
El gobierno anunció un aumento del 5% para las fuerzas de seguridad, pero la medida generó más bronca que alivio. “No alcanza ni para cargar la SUBE”, cuestionan los efectivos.
Patricia Bullrich intentó frenar el malestar creciente en Gendarmería con el anuncio de un aumento salarial del 5% en marzo, pero lejos de calmar los ánimos, la medida avivó la indignación. “Es una vergüenza, una falta de respeto”, expresaron los efectivos, que vienen denunciando sueldos insuficientes y condiciones laborales precarias.
Desde hace semanas, los gendarmes rasos reclaman mejoras salariales ante ingresos que, en muchos casos, no superan los 600 mil pesos, mientras enfrentan altos costos de alquiler y transporte. “No podemos seguir así, muchos compañeros están pidiendo la baja porque el sueldo no alcanza”, comentó un integrante de la fuerza.
A pesar de los intentos del comandante general Claudio Brilloni por contener las protestas, se organizaron convocatorias en distintas ciudades. El próximo lunes habrá manifestaciones en el Edificio Centinela y en el Monumento a la Bandera en Rosario, mientras que el 25 de febrero está prevista otra protesta frente a la Escuela de Gendarmería en Mercedes. Para evitar represalias, los que se movilizan son familiares de los efectivos.
Lejos de apaciguar el malestar, el anuncio de Bullrich desató aún más bronca en los grupos de mensajería internos. “Se ríe de nosotros”, “5% no será mucho”, “no alcanza ni para cargar la SUBE”, fueron algunos de los mensajes que circularon. Otros, con tono irónico, escribieron: “A coimear se ha dicho”.
Uno de los reclamos más fuertes es el uso político de la fuerza. “Nos usan como brazo ejecutor para reprimir y después nos pagan miseria”, denunció un gendarme, en alusión a la represión de protestas sociales. Otro fue más duro: “Primero despiden miles de trabajadores del Estado y después nos mandan a reprimir jubilados que piden aumento y medicamentos”.
El Ministerio de Seguridad defendió el incremento y aseguró que es superior al otorgado a otros estatales. También destacaron que se aplicará a los adicionales por funciones de prevención barrial y recargo de servicio. Sin embargo, para los efectivos, el ajuste es insuficiente y no resuelve la crisis salarial que enfrentan. “Nos piden sacrificio, pero nos pagan miseria. Ya no se aguanta más”, sentenció un gendarme.
Fuente: Enfoquesindical.org